lunes, 18 de marzo de 2013

Ética y legalidad




Hoy, comenzaré estas notas explicando el significado del par de vocablos que aparecen en el título: aplícase el término ético al que es recto, justo, severo e intachable en su conducta; y entiéndese por legal aquello que está prescrito por la ley y conforme a ella. Permítaseme  tal puntualización porque con harta frecuencia se suele identificar, con o sin intención, lo expresado por ambos términos. Veamos un ejemplo:
Cuando a los administradores de caudales ajenos, sean públicos o privados, se les descubre alguna tropelía, de inmediato argumentan la legalidad de aquello que se les achaca y, en algunas ocasiones, así es, aunque tal conducta reciba el rechazo y reprobación de la ciudadanía. Viene este hecho a confirmar que, con cierta frecuencia, lo legal establece las fronteras de lo ético, cuando debería ser justo al contrario: es la ética la que siempre debería fijar los límites de lo legal. Sin embargo, esta vieja controversia, cuyo planteamiento se pierde en la lejanía del tiempo, las sociedades aún no la han sabido o querido resolver…